Una adolescente en Chaco de la comunidad Qom, otra adolescente en Concordia Entre Ríos, apenas 15 años cada una.
A una la encontraron semidesnuda atada por el cuello a un árbol, con evidencias en su cuerpo de haber sido golpeada; la otra adolescente recibió un tiro en la cabeza, durante una discusión.
Sólo 15 años, nada más que 15.
Es paradójico ya que a las mujeres se nos prepara para esperar con ansias nuestros 15 años. Es la presentación en sociedad, el momento en que se deja de ser nenas, se hace una gran o pequeña fiesta, pero aún en las familias más humildes se trata de que este momento no pase desapercibido.
Se usan vestidos de princesas, coronas de princesas, se baila el vals, se invita a familia, amigos, es el ritual donde se muestra a la "doncella", el cumpleaños soñado.
Estas dos adolescentes encontraron en esta edad tan idealizada, su muerte.
La adolescente de Entre Ríos ya venía padeciendo violencia de género, un hombre de 40 años, se había adueñado de ella, de su cuerpo, de su tiempo, de su persona, de su vida.

Hombres, compañeros, parejas, novios, amantes, que no pueden ser parejas, (ir a la par), sino que se convierten en dueños, que se sienten con derechos.
Dejan de ver a la mujer - persona y pasan a ver a la mujer - cosa , la mujer - objeto, su mujer - su propiedad.
Dos adolescentes, dos niñas que pagan con su vida, el hecho de ser mujeres. Dos vidas truncadas, en una edad donde se sueña, con amar y ser amada.
Dos muertes absurdas que deben ser juzgadas de acuerdo a la ley vigente, sin atenuantes, y que merecen todo el repudio social. Dos muertes que se suman a otras muchas que vienen ocurriendo a lo largo del año. Dos muertes que deben llevar a comprometernos como sociedad, a dejar de mirar para otro lado, y a dejar de naturalizar la violencia de género.
La inseguridad es el caballito de batalla de muchos al momento de hacer campaña política, pero no hablan de la inseguridad que sufren mujeres y niñas en el ámbito doméstico.
Por qué no se tiene en cuenta, ¿será que no es tan importante?.
Lic. Carmen Umpiérrez
Trabajadora Social
Integrante del ETI