"Tiempos de Crueldad"
Publicado en https://iebc-online.vercel.app/articulo/210 📌 Serie de escritos breves de hermanas/os de la iglesia Bautista de Constitución. Malena Manzato (*) -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------- Qué difícil es cristiano/a en los tiempos en que vivimos, dónde todo vale, tiempos de deshumanización, de individualismos, de odio, de políticas de exclusión social, de apaleo a las viejas/os por reclamar una jubilación digna, de gasear a niñas en los ojos y reír, tiempos de desempleo, de aumento de personas viviendo en las calles. Tiempos de crueldad de “una crueldad que no es otra cosa que la planificación sistemática del sufrimiento”, cómo dijo el Dr. Alfredo Grande. Tiempos de crueldad dónde desde la presidencia se nos dijo cómo sociedad en la presentación del presupuesto del 2025, que la justicia social es un robo, entonces ¿debemos de pensar que Jesucristo era un tremendo ladrón ya que, en el llamado del Sermón del Monte proclama: “Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados” ? ---------------------------------------------------------------------------------------- Es difícil ser cristiano/a y a la vez libertario/a, es difícil ser cristiana/o y escuchar a candidatos políticos que prometen cobrar una multa a las personas en situación de calle, es difícil ser cristiana/o cuando se nos vende y endeuda el país dejando una deuda que los nietos de nuestros nietos deberán pagar, es difícil ser cristiana/o sin pensar en la otredad cuando el centro del Evangelio es la compasión, “padecer con”, lo contrario del evangelio es no pararse a la vera del camino para levantar al herido, así nos enseñó Jesús con la parábola del Buen Samaritano: (Lucas 10:25-37) 25 Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? 26 Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? 27 Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y contodas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. 28 Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás. 29 Pero él, queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? 30 Respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. 31 Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo. 32 Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo. 33 Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; 34 y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él. 35 Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo: Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. 36 ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones? 37 Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo. -------------------------------------------------------------------------------------------- Creo que, lo que Lucas nos enseña a lo largo del capítulo 10 son tres lecciones de vida importantes de Jesús para con nosotras/os como creyentes: primero, debemos estar preparadas/os para compartir el evangelio; segundo, a menudo podemos hacer esto mejor ofreciendo una mano amiga a quienes nos rodean; y tercero, a medida que avanzamos, necesitamos tomar tiempo para recargar nuestras baterías espirituales. En estos tiempos de crueldad es necesario convertirnos cada día en cristianas /os, sino quedaremos indefensas/os ante los intereses del “mercado divinizado”, convertido en regla absoluta. Un “mercado divinizado” que excluye, reprime, miente. Hay quienes dicen frente a tanta crueldad que, debemos dar tiempo al tiempo porque todo va a mejorar, que todo va a salir bien, no quiero que todo salga bien si en el camino hay millones y millones de hermanas/os que quedan en el camino, me resisto a que ese sea el costo de salir adelante cuando no todas/os tendrán las mismas oportunidades, porque Jesús nos enseña una construcción colectiva dónde la vida cristiana es la vida compartida con la otredad. Hace un tiempo leí una entrevista realizada a Margaret Mead, una antropóloga estadunidense, dónde un alumno le preguntaba que consideraba ella era el primer signo de civilización. “El estudiante esperaba que hablara de ollas de barro o piedras de moler. Pero no. Mead dijo que el primer signo de civilización era un fémur roto que había sanado. Explicó que, en el reino animal, si te rompes una pierna mueres. Eres carne de presa de depredadores. Un fémur roto y curado significa que alguien se tomó el tiempo para quedarse con el que cayó, vendó su herida, le llevó a un lugar seguro y le ayudó a recuperarse. Mead entonces dijo, la civilización comienza cuando alguien ayuda a otro”. ----------------------------------------------------------------------------------------------------------------- (*) Malena Manzato /// Directora de la Asociación Pablo Besson