Dr. Enrrique Stola - Mèdico Psiquiatra:
31/08/2010 : Quiero compartir con ustedes algunos 
comentarios y vivencias en relación al caso cura Grassi.
Lo hago como 
experto profesional que dedicó 8 años de su vida a este largo proceso judicial y 
como ciudadano, que sabe que tenemos derecho a preguntarnos y calificar la 
conducta de los funcionarios públicos, en este caso integrantes del Poder 
Judicial.
Estamos a pocas horas de que el Tribunal de Casación Penal, 
Sala 2da, de la Provincia de Buenos Aires, de su fallo sobre el cura Grassi. El 
mismo confirmará que es un delincuente sexual o lo absolverá.
Participé 
el último fin de semana en el Segundo Congreso Internacional sobre Delitos 
contra la Integridad Sexual, organizado por el Consejo Provincial de la Mujer de 
la Provincia de Córdoba. Allí pude palpar las dificultades que tienen quienes 
trabajan en defensa de las víctimas con el desconocimiento, negligencia y hasta 
mala fe de gran parte de las y los operadores del Poder Judicial.
Sabemos 
que en la estructura del Poder Judicial hay profesionales de gran formación 
académica y claro posicionamiento ético.
Pero no está allí el problema. 
Éste aparece cuando tenemos que lidiar con funcionarios y funcionarias 
mediocres, sin formación en la temática de delitos sexuales y con conductas 
claramente machistas y cómplices en alianza con el golpeador o delincuente 
sexual.
El Poder Judicial está desacreditado socialmente y no es solo por 
los temas de abuso sexual, el "más impune de los delitos" como dice el Juez 
Carlos Rozanski.
Lo sucedido en el juicio al cura Grassi, el que llegó 
con semi-plena-prueba-por-abuso-sexual-y-corrupción-de-menores, es algo que no 
debe volver a repetirse en nuestro país.
Quienes denunciaron del cura, 
jovencitos con fuerte historia de marginación social, fueron objeto de ataques 
de todo tipo por parte de periodistas de los medios de comunicación que apoyaron 
sin-vergüenza al imputado, con estrategias por parte de abogados y abogadas de 
la defensa claramente destructivas hacia 
las-con-semi-plena-prueba-víctimas-del-cura-Grassi.
Debieron soportar 
también maniobras judiciales para que dejaran de ser particulares damnificados y 
pasaran a ser testigos (¿se acuerdan cuando el cura decía que ya nadie lo 
acusaba?), y agreguemos al maltrato judicial los ataques físicos, las amenazas 
de muerte que sufrieron por años y el ver y escuchar como los príncipes de la 
iglesia católica apostólica romana apoyaban al con 
semi-plena-prueba-cura-abusador-delincuente-sexual.
Aún así, con la 
fortaleza que estos jóvenes demostraron y con una adecuada estrategia judicial 
llevada adelante por el Dr. Juan Pablo Gallego, llegamos al juicio en el 
2008.
Y allí nuevamente el maltrato hacia ellos.
En el juicio oral 
y privado realizado contra el acusado cura Grassi, se hizo sentar 
a-las-con-semi-plena-prueba-víctimas a escasos tres metros del imputado y bajo 
su amenazante mirada.
Todo la experiencia que tuve en el proceso hasta 
llegar al juicio del cura ya condenado a 15 años en primera instancia, me llevo 
a tener un pre-juicio que sostengo como acto de buen cuidado hacia mis pacientes 
y de mi persona: todo funcionario judicial es sospechoso hasta que demuestre lo 
contrario. O sea, hasta que demuestre que se ajusta a derecho.
Desde ese 
prejuicio inscripto en mi cuerpo les dije a los jueces cuando declaré que les 
daba un crédito, y el mismo consistía en que no sabían absolutamente nada sobre 
lo que estaban juzgando, que no sabían qué era el abuso sexual, la situación de 
las víctimas, la relación con el abusador, los miedos que se instalan, etc. 
Porque si yo llegaba a pensar que ellos sabían, entonces debía concluir que 
habían sentado a las-con-semi-plena-prueba-jóvenes-víctimas cerca del cura 
solamente para intentar lograr un efecto sobre ellos al estar bajo la mirada de 
alguien tan poderoso y amenazante: paralizarlos.
Hoy creo que fue 
así:
Estos jueces sabían lo que juzgaban e hicieron todo lo posible por 
ayudar al imputado cura Grassi.
Pero Gabriel cerró los ojos, respiró 
profundamente y temblando de miedo habló. Con Ezequiel, las descalificaciones 
recibidas por su bajo nivel de instrucción lo impulsaron, habló y también lo 
reputeó al cura. 
A Luis intentaron destruirlo, no pudieron y su palabra circuló 
con claridad, sencillez y coherencia.
Así los jueces, ante la abrumadora 
cantidad de pruebas, no tuvieron otra salida que condenar a Grassi a 15 años de 
prisión por abuso y corrupción de Gabriel, pero estos mismos jueces terminaron 
fundamentando el fallo de tal forma que le deja las puertas abiertas a Grassi 
para llegar a su absoluta libertad. Ese escrito fue bien graficado en el video 
que el incalificable Portal les devolvió como regalo a los jueces y que el 
condenado cura presentó como prueba en Casación.
Repudiable conducta la 
de los jueces Luis María Andueza, Mario Gómez y Jorge Carreras del Tribunal Oral 
en lo Criminal de Morón, que luego de penar al cura con 15 años de prisión lo 
deja en libertad, a pesar de considerarlo un pedófilo.
¿Cómo fallará 
Casación?
No lo sé. No espero nada.
No creo en la llamada 
justicia.
También en este caso los jueces que integran el Tribunal de 
Casación son sospechosos hasta que demuestren lo contrario. Sospecha que solo 
se diluirá si el fallo se ajusta a derecho.
Enrique Stola - Médico 
Psiquiatra
MN 50747 MP 61.237