jueves, 28 de enero de 2016

Para las mujeres, la casa es ocho veces más peligrosa que la calle


Tienen 8 veces más chances de ser asesinada por alguien conocido que por un extraño



 Una mujer tiene ocho veces más posibilidades de ser asesinada por alguien de su entorno, incluso de su propia casa, que de morir a manos de un extraño, en un robo. El dato surge de la comparación de las últimas estadísticas disponibles a nivel nacional sobre homicidios dolosos que presentó el Ministerio de Justicia de la Nación con las de femicidios que registra la ONG Casa del Encuentro, único centro que aglutina información sobre asesinatos vinculados a la violencia de género.

Femicidios: Una mujer tiene ocho veces más posibilidades de ser asesinada por alguien de su entorno que por un extraño 

De acuerdo con datos de la Secretaría de Política Criminal, que sólo tiene cifras actualizadas hasta 2009, a lo largo del año 27 mujeres murieron durante un robo. Ese mismo año, la Casa del Encuentro registró 231 femicidios. Es decir, comparativamente, una mujer fue asesinada en un robo por cada 8,5 que fueron víctimas de violencia de género.

La Oficina de Violencia Doméstica (OVD), que se creó en 2006 dentro de la Corte Suprema de Justicia por iniciativa de la jueza Elena Highton de Nolasco, recibe unas 900 denuncias por mes. En el 71% de los casos, el agresor es o fue pareja de la víctima. Más detalladamente: en el 49%, el ex; el concubino, en el 17%; en el 12%, el cónyuge y en el 1%, el novio.

En tanto que en el 39% de las situaciones quien denuncia vive en la misma casa que la persona denunciada. Hay un riesgo bajo para quien denuncia sólo en el 4%. En contrapartida, en el 79% de los casos, el riesgo es alto, medio o moderado. Y en el 5%, el riesgo es definido por el equipo interdisciplinario como "altísimo". En el 2% restante, es indeterminado.

Desde su creación, la OVD recibió unas 58.000 denuncias. Año a año, gracias a las campañas de difusión, el número de denuncias se fue incrementando. Sin embargo, hay un dato preocupante. Sólo 22 de esas denuncias fueron hechas por vecinos.

Según, Fabiana Túñez, directora de La Casa del Encuentro, "sólo en casos de femicidios han existido condenas contra los agresores. En cambio, cuando se trata de lesiones, leves o graves, no. Es gravísimo, porque sabemos cómo es el círculo de la violencia: nunca para".

Pero esto no significa que las denuncias no prosperen. La mayoría se traduce en medidas de exclusión del hogar del violento y, en algunas jurisdicciones, en la instalación del botón antipánico, para alertar a la policía en caso de que el agresor se acerque al hogar.

La contrapartida es que a la medida de exclusión hay que renovarla periódicamente. Y no son pocas las veces que las personas que denunciaron no realizan ese trámite. Además, está el hecho de que el hombre que es excluido del hogar casi automáticamente deja de pasar alimentos y en muchos casos la mujer accede a que el violento vuelva al hogar porque el Estado no garantiza un sostén. 

Tras la multitudinaria marcha #NiUnaMenos, que se realizó el 3 de junio pasado, se produjo un aumento de las consultas en todas las instituciones que reciben denuncias e impulsan demandas sobre el tema. Así lo informaron en la OVD y en las fiscalías de la ciudad. Incluso, en el Ministerio de Desarrollo Social porteño y en la Brigada de Género de la Policía Metropolitana.

Se calcula que cada hora se reciben dos denuncias de violencia doméstica en la fiscalía de la ciudad y una de cada dos presenta un riesgo alto para la seguridad psicofísica de las víctimas.


La Casa del Encuentro indica que el año pasado hubo 277 femicidios, que son asesinatos vinculados al hecho de ser mujer. En el último informe del Instituto de Investigaciones de la Corte Suprema, que publicó hace un año el ex juez Eugenio Zaffaroni, con datos de 2013, se analizaron los homicidios en la Capital, ciertos distritos del conurbano y algunas ciudades del interior. Si bien el documento apunta que han disminuido las muertes en ocasión de robo, se incrementaron los homicidios en los que existe una relación entre la víctima y el victimario. Sólo tres de cada 10 personas asesinadas no tenían relación previa con quien las mató. Otras cinco sí estaban vinculadas y otras dos se desconocía. Según ese trabajo, el 30% de las víctimas tenía el mismo domicilio que su asesino.(Fuente Redacción El Intransigente.com Nov 2015)